Estudiantes chilenos chocan con la policía en jornada de paro nacional




Santiago de Chile, 23 ago (EFE).- Los estudiantes chilenos estrenaron hoy una nueva táctica para reclamar una mejor educación, varias marchas en simultáneo en diversos barrios, pero al igual que las protestas únicas y multitudinarias de antes terminaron en choques con la Policía.

La Intendencia Metropolitana de Santiago informó que las manifestaciones dejaron al menos 140 detenidos, 18 carabineros lesionados y múltiples daños a la propiedad pública y privada.

El jefe de seguridad de la región metropolitana de Santiago, Gonzalo Díaz del Río, indicó que de los 18 policías lesionados, 3 resultaron con heridas de gravedad e internados en el hospital institucional.

Añadió que se generaron destrozos en el histórico Instituto Nacional, a dos manzanas del Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, donde los estudiantes procedieron a incendiar material del establecimiento y también en las inmediaciones de la municipalidad de Providencia, en el sector oriente de la capital.

Según las estimaciones entregadas por Carabineros (Policía militarizada), en las 14 marchas no autorizadas por la autoridad, participaron cerca de 8.000 estudiantes.

Los incidentes se desataron hacia el final de las marchas que comenzaron bajo la lluvia y cuyo denominador común fue la convergencia hacia los municipios y la entrega a los alcaldes de las demandas estudiantiles, en el marco de un paro nacional convocado por los alumnos de secundaria.

El paro, que cuenta con el respaldo de los universitarios, fue la culminación de tres semanas de movilizaciones que han incluido tomas de colegios, desalojos policiales, retomas de los establecimientos y manifestaciones callejeras que han sido duramente reprimidas por la Policía, con un balance de centenares de detenidos.

Los senadores de oposición Guido Girardi y Juan Pablo Letelier llamaron hoy a no continuar con la “militarización” para contener al movimiento estudiantil y condenaron, además, las denuncias que han surgido sobre presuntos abusos sexuales en las detenciones a estudiantes de secundaria.

Hoy, después de que millares de jóvenes distribuidos en por lo menos 14 marchas no autorizadas desfilaran pacíficamente en la capital durante unas dos horas, estallaron incidentes en el centro de Santiago y también en torno a la alcaldía del municipio santiaguino de Providencia.

En el centro, los disturbios surgieron tras una manifestación que reunió a más de 3.000 jóvenes en la Plaza de Armas, frente a la alcaldía, cuando algunos grupos pretendieron marchar por la Alameda Bernardo O’Higgins y algunas calles aledañas.

Tras un par de advertencias por altavoces, la Policía disolvió con chorros de agua y gases a los jóvenes, que respondieron con piedras y otros proyectiles.

En Providencia, la situación fue similar, aunque en este caso la Policía arremetió contra unos 5.000 jóvenes congregados frente al municipio antes de que pudieran entregar sus demandas en la alcaldía.

También hubo presencia masiva de jóvenes en los sectores de Ñuñoa y Maipú, en Santiago, así como en algunas ciudades como Valparaíso y Valdivia, entre otras.

En La Moneda, el presidente Sebastián Piñera minimizó la protesta, mientras subrayaba “el compromiso” de su Gobierno con la educación.

Los estudiantes chilenos luchan desde el año pasado por una educación pública, gratuita y administrada en el nivel básico y secundario por el Gobierno central y no por los municipios, como en la actualidad.

A nivel universitario buscan el fin del lucro existente en muchos centros privados y de los altos costes de las carreras, que deben solventar con créditos del sistema financiero.

El Gobierno ha respondido con ofertas de créditos más baratos, más becas y una reforma tributaria que se debate en el Congreso, que busca recaudar hasta 1.000 millones de dólares para la educación, pero se niega a los cambios estructurales del sistema que exigen los estudiantes.

En Chile “hay 11.000 escuelas y entiendo que 9 están en toma. Eso es menos del 0,1 % de las escuelas, y si bien escuchamos a ese 0,1 %, con mucha mayor razón escuchamos al 99,9 % que quieren estudiar”, señaló hoy Piñera.

Según las organizaciones estudiantiles, en la capital del país son alrededor de una decena los establecimientos educativos ocupados y a nivel nacional suman medio centenar.

Para los jóvenes, la toma de colegios es una respuesta a la indiferencia del Gobierno frente a sus demandas, tras haber esperado, sin protestas, alguna acogida durante todo el primer semestre del año.

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FONTE: DUROYMACIZO

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